El avance de la medicina con ayuda de la tecnología como aporte de la ciencia, ha desarrollado técnicas que consiguen reparar los tejidos: los trasplantes. La introducción de esta técnica ha supuesto una revolución en la medicina moderna, pero sin embargo, no está exenta de complicaciones y de limitaciones importantes, tales como la escasez de donantes, la posibilidad real del rechazo del órgano trasplantado, etc.
No obstante, gracias al avance de la ciencia y en conjunto con los grandes progresos tecnológicos, surgen ahora nuevas posibilidades innovadoras: la medicina regenerativa, que se propone reparar los tejidos dañados utilizando mecanismos similares a los que de forma natural utiliza el organismo para la renovación de las células. Los mecanismos inherentes al organismo de regeneración y renovación de tejidos son limitados y dependientes de la rapidez de la instauración del daño o degeneración. Entran ahora en escena las nuevas terapias con cultivo y trasplante de células madre, que sirviéndose de su capacidad natural de regeneración, y con la ayuda de las técnicas de trasplante desarrolladas en estos últimos años, se abren como una posibilidad para el tratamiento y cura de este y muchos otros tipos de enfermedades.
No cabe duda alguna de que estos nuevos descubrimientos marcarán una línea primordial en el campo de las nuevas terapias en medicina. La medicina reparadora, basada en el uso terapéutico de las células madre, salen al paso del gran aumento de incidencia que están sufriendo enfermedades de tipo degenerativo que se asocian irremisiblemente a la disminución de la esperanza de vida mundial y al envejecimiento de la población, especialmente en el mundo desarrollado.
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